
El hecho es que mi tío me sorprendió con una piruleta amarilla delante de mis ojos, y me la regaló. Yo me puse muy contenta, aunque sólo fuese un caramelo puesto que significó mucho para mi el detalle. A pesar de mi edad, me encantan estas tonterías...Y puede que sea infantil, pero me da igual. De hecho, me la "sudaba" tanto que me pasee por todo el pueblo con el caramelo en una mano y la cámara de fotos en la otra.
Cómo me dijo un chino en su tienda de alimentación: ¡Tu niña de catolse años!
Sep, me quitan cuatro años menos. Qué se le va a hacer.
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